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lunes, 13 de mayo de 2013

La ropa interior. Un dilema‏



Consulta al psicologo‏

Al preciado
Dr. Antonio Roberto Serratti,
Psicólogo y Psicoterapeuta


Espero que pueda ayudarme en el caso siguiente:
Tomé mi auto y salí para trabajar a las 06h30, como lo hago
habitualmente, dejando a mi marido en casa viendo televisión, como
siempre. Anduve un poco más de 1 km cuando el motor “murió” y el auto
paró sin que yo pudiese arrancarlo más. Volví a casa, para pedir ayuda
a mi marido. Cuando llegué, no pude creer lo que ví: él estaba en mi
dormitorio, en mi cama ¡con la hija de la vecina!

Yo tengo 32 años, mi marido 34 y la chica 20. Estamos casados hace 12
años. Él confesó que se encontraban desde hace 6 meses. Lo amo mucho y
estoy desesperada. ¿Qué puedo hacer, doctor? ¿Puede usted ayudarme?
Por favor, espero su respuesta.

Anticipadamente grata.
Patricia

Respuesta:

Cara Patricia:

Cuando un auto para, después de haber recorrido una pequeña distancia,
eso puede ocurrir debido a una serie de factores. Comience por
verificar si tiene combustible en el tanque. después vea si el filtro
de combustible no está trancado. Verifique también si hay algún
problema con la inyección electrónica. Si nada de esto resuelve el
problema, puede ser que la propia bomba de combustible esté con
defecto, no proporcionando cantidad o presión suficiente en los
inyectores. La persona ideal para ayudarla es un mecánico. Usted jamás
debería haber regresado a su casa para llamar a su marido. Él no es
mecánico. ¡Asuma su error! No repita eso nunca más.

Espero haber ayudado.
Dr. Antonio Roberto Serratti.

Como sois . . . . jajaja‏

Castigo al marido‏

Descripción: cid:506094406@03092012-2285

lunes, 14 de enero de 2013

Zorra


(No tiene desperdicio)

Como algunos de vosotros sabréis a estas alturas, el que fue juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo ha dictado una sentencia en la que afirma: Que llamar "zorra" a una mujer no es delito, ni falta, ni nada, porque quien usa ese adjetivo en realidad lo que quiere decir es que dicha mujer es astuta y sagaz. En base a ello, he aquí el escrito que le ha remitido una ciudadana……

"Estimado juez Del Olmo: Espero que al recibo de la presente esté usted bien de salud y con las neuronas en perfecto estado de alerta como es habitual en Su Señoría.

El motivo de esta misiva no es otro que el de solicitarle amparo judicial ante una injusticia cometida en la persona de mi tía abuela Felicitas y que me tiene un tanto preocupada. Paso a exponerle los hechos:

Esta mañana mi tía abuela Felicitas y servidora nos hemos cruzado en el garaje con un sujeto bastante cafre que goza de una merecida impopularidad entre la comunidad de vecinos. Animada por la última sentencia de su cosecha, que le ha hecho comprender la utilidad de la palabra como vehículo para limar asperezas, y echando mano a la riqueza semántica de nuestra querida lengua española, mi querida tía abuela, mujer locuaz donde las haya, le ha saludado con un jovial "que te den, cabrito".

Se ha puesto como una energúmeno, oiga. De poco me ha servido explicarle que la buena de mi tía abuela lo decía en el sentido de alabar sus grandes dotes como trepador de riscos, y que en estas épocas de recortes a espuertas, desear a alguien que le den algo es la expresión de un deseo de buena voluntad.

El sujeto, entre espumarajos, nos ha soltado unos cuantos vocablos, que no sé si eran insultos o piropos porque no ha especificado a cuál de sus múltiples acepciones se refería, y ha enfilado hacia la comisaría más cercana haciendo oídos sordos a mis razonamientos, que no son otros que los suyos de usted, y a los de mi tía abuela, que le despedía señalando hacia arriba con el dedo corazón de su mano derecha con la evidente intención de saber hacia dónde soplaba el viento.

Como tengo la esperanza de que la denuncia que sin duda está intentando colocar esa hiena -en el sentido de que es un hombre de sonrisa fácil- llegue en algún momento a sus manos, le ruego, por favor, que intente mediar en este asunto explicándole al asno -expresado con la intención de destacar que es hombre tozudo, a la par que trabajador- de mi vecino lo de que las palabras no siempre significan lo que significan, y le muestre de primera mano esa magnífica sentencia suya en la que determina que llamar zorra a una mujer es asumible siempre y cuando se diga en su acepción de mujer astuta.

Sé que es usted un porcino -dicho con el ánimo de remarcar que todo en su señoría son recursos aprovechables- y que como tal, pondrá todo lo que esté de su mano para que mi vecino y otros carroñeros como él -dicho en el sentido de que son personas que se comen los filetes una vez muerta la vaca - entren por el aro y comprendan que basta un poco de buena voluntad, como la de mi tía abuela Felicitas, para transformar las agrias discusiones a gritos en educados intercambios
de descripciones, tal y como determina usted en su sentencia, convirtiendo así el mundo en un lugar mucho más agradable.

Sin más, y agradeciéndole de antemano su atención, se despide atentamente, una víbora (evidentemente, en el sentido de ponerme a sus pies), enviándole mis más respetuosos saludos a las zorras de su esposa y madre.