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jueves, 28 de junio de 2012

NUEVO PLAN PARA JUBILADOS‏

Si es jubilado y el Gobierno le dice que no hay una plaza de residencia para usted. ¿Qué hacer?
Con nuestro plan, todo ciudadano de más de 65 años tendrá una pistola y cuatro balas.
Se le permitirá disparar a cuatro políticos, lo que no implica que tenga que matarlos, aunque ya puestos no hay que desperdiciar munición.
Naturalmente esta circunstancia le enviará a prisión, donde usted tendrá régimen de pensión completa: tres comidas al día, techo, calefacción central, derecho de "vis a vis" una vez a la semana y todos los cuidados médicos que requiera.
¿Dentadura nueva?, dicho y hecho.
¿Gafas?, genial.
¿Una cadera nueva, rodillas, riñón, corazón?
Todo cubierto.
Y su familia podrá visitarle tan a menudo como lo hace ahora.
¿Y quién pagará todo esto? El mismo Gobierno que dice que no se puede permitir ofrecerle una residencia.
Por otro lado, ahora será usted un preso, por lo que no tendrá que pagar impuestos.
¿ES ESTE PAÍS GENIAL O NO?

Al mismo tiempo quitaremos 4 sueldos inutiles

jueves, 21 de junio de 2012

Los medicamentos

Vengo del médico y me ha fastidiado el día. 
¡Pues no me ha dicho que no tengo nada! 
¿Qué sabrá él? Va el tío y me dice que no 
tengo que tomar ningún medicamento, que 
estoy sanísimo… ¡Pues claro que estoy 
sanísimo! ¡Porque tomo medicamentos!
 A mí es que los medicamentos me dan mucha
 seguridad. ¿A ustedes no les parecen una 
maravilla? Son lo más parecido a un milagro:
 tú te tomas una pastilla… ¡y se te quita el dolor 
de cabeza! Ella se toma otra… ¡y ya no se queda 
embarazada! ¡Y tú te tomas otra… y se te pone dura!
 No me dirán que esto no es un milagro… ¿Cómo sabe 
una Aspirina así de pequeña, a qué parte del cuerpo 
tiene que ir? Te tomas una Aspirina, llega al estómago…
 Buenaaasss, ¿es aquí el dolor? - No, eso va a ser en el 
piso de arriba, en la cabeza, al lado del hipotálamo, allí 
pregunte usted por “migraña”. ¡Oye… y llega! A mí me 
preguntan dónde está el hipotálamo, y… ¡Ni de coña! 
¡Las pastillas son la leche! Las que más me gustan son 
las blancas, son tan sobrias, no sé… parece como que 
curan más. Las cápsulas las encuentro frívolas… me dan 
la impresión de que son demasiado chillonas… ¿verdad? 
Siempre me pregunto, ¿para qué gastarán en ponerles 
colorines a las cápsulas si en el estómago no tenemos ojos? 
Que se fijen en los supositorios: a nadie se le ha ocurrido 
hacerlos de colores, como los helados… Todo el mundo 
sabe que por muchos colorines que les pongan… con el 
tercer ojo no se pueden leer novelas. Además, hay 
enfermedades en las que se toman medicamentos 
riquísimos. Los constipados, por ejemplo. ¡Lo jarabes 
de los constipados están de muerte! Yo creo que en 
invierno deberían servirlos en los bares: - ¡Ponme un 
chupito de Bisolvon… y un expectorante pa’ todos, que 
un día es un día! -  ¿Y las Aspirinas infantiles? ¡Están 
mejor que los caramelos! Lo que no entiendo es por qué 
a las de adultos les cambian de sabor. Otra cosa que no 
entiendo: ¿quién les pone los nombres a los medicamentos? 
Para mí que son dos tíos: uno que tiene las ideas muy claras 
y les pone a los medicamentos nombres que te dan pistas de 
para qué sirven: Peusek, Evacuol, Mucosán… Y otro tío que 
va de creativo y se inventa marcas como Seroxat, Clamoxyl, 
Atarax, Augmentine… Que, claro, uno se pregunta: 
¿Qué aumenta el Augmentine? ¿Se vende junto con la Viagra? 
Si es que son ganas de complicar las cosas.... El bicarbonato 
por ejemplo, ¿por qué no le llaman Eructol?... o los supositorios,
 ¿por qué no se llaman Son-pal-cul?... Y, ya puestos, al Hemoal 
que le llamen Almorranón. Otra cosa que me encanta de los 
medicamentos es el prospecto. A veces con sólo leerlo y ver la 
cantidad de cosas que cura, ya me siento mejor. Bueno, menos 
con los prospectos de los tranquilizantes. Porque te pones a leer
los efectos secundarios y… “Este medicamento le puede producir
 mareos, temblor, cefalea, insomnio con ansiedad y depresión,
visión borrosa, sequedad en la boca, estreñimiento, taquicardia…”
  Pero, ¿cómo puede eso tranquilizar a alguien? Bueno, y si nos 
ponemos a criticar… Hay un medicamentos que a mí me ponen 
muy nervioso: Las gotas, por ejemplo. No se conoce a nadie que 
haya conseguido echarse el número de gotas que le dice el médico. 
Porque, ¿cómo lo haces? Tienes la cabeza de lado, el cuentagotas 
arriba… Y ahora… ¿Cómo cuentas las gotas? Al final acabas:- Uno, 
dos, tres chorro, cinco, seis, chorro… doce… Eso sí, cuando uno 
está realmente mal, no hay nada como las inyecciones. Lo que pasa 
es que da un poquitin.. de miedo. Yo además tengo la mala suerte de 
que siempre que voy a pincharme, me toca el 'practicante'; o sea, ¡el 
que quiere practicar con mi culo! ¡Joder, si quiere practicar, que
 practique con el culo de su padre, y luego que venga!Lo que pasa es 
que como estás muy mal, dices: “Vamos pa’adelante”. Te bajas los 
pantalones… el tío se pone a tu espalda… ¡Y no hace ruido! 
¿Qué estará haciendo? ¿Se habrá ido? No, porque de pronto te dice… 
- Relaje la nalga… ¿Como que relaje la nalga? Mire usted, yo con el culo
 al aire y un tío por detrás… ¡No me relajo nunca! Aunque, no nos
 engañemos: Duele, pero un jeringazo es mano de santo. Y es que 
los medicamentos te hacen la vida más fácil. Por eso nos resistimos 
a tirarlos. Y llega un momento en que con sólo mirar el armario de las
 medicinas se puede saber la vida de una persona. En fin, que… 
¿Saben lo que les digo? Que en vez de dejar de tomar medicinas,
 lo que voy a hacer es dejar de ir al médico. Y así me tomo lo que quiero.

lunes, 2 de abril de 2012

Futuro de la sanidad pública española‏

Un ciudadano chino pasea todas las mañanas por delante de la calle donde se ubica el Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón (Comunidad de Madrid), mirando y remirando hacia dentro.


Un médico que desayuna todos los días en una cafetería frente al hospital se había fijado en el chino y se preguntaba: "¿Qué hará este hombre aquí todos los días, dando tantas vueltas? ¿Estará enfermo y no se atreve a consultar? Quizás dude sobre si lo atenderán o no...".

Sin poder reprimir su curiosidad un día, por fin, se dirigió al chino y le preguntó:

- ¿Tiene algún problema, señor? ¿Acaso está enfermo? Soy médico del Hospital, ¿tiene necesidad de una consulta médica?

El chino se vuelve para mirar al médico y, con una sonrisa de oreja a oreja, le contesta:

- No, doctor, muchas gracias; no me pasa nada. Sólo estoy “viendo el local”...

domingo, 25 de marzo de 2012

CONSECUENCIAS DE MIRAR PARA OTRO LADO

"Bueno, pues ya tengo aquí los resultados.

- ¿Y que dicen doctor? ¿es grave?

- Pues mire, no le voy a engañar, le quedan 7 meses de vida… pero alégrese! Que yo creo que llega bien para la eurocopa! Por cierto ¿Vió el partido de anoche?

- ¿Pero cómo me puede hablar ahora de eso? Se trata de mi vida!!

- No sé, cuando el gobierno recortó en educación y en sanidad usted se pasó todo el día hablando de fútbol. ¿No era su vida entonces?"

miércoles, 14 de septiembre de 2011

FARMACOS


Richard J. Roberts (Premio Nobel de Medicina): "los fármacos que curan no son rentables y por eso no son desarrollados por las farmacéuticas que en cambio sí desarrollan medicamentos cronificadores que sean consumidos de forma serializada"

lunes, 25 de julio de 2011

LAS FARMACEUTICAS

Richard J. Roberts (Premio Nobel de Medicina): "los fármacos que curan no son rentables y por eso no son desarrollados por las farmacéuticas que en cambio sí desarrollan medicamentos cronificadores que sean consumidos de forma serializada"