-Hola. Ahora no estoy en casa, pero mi contestador automático sí, así que habla con él en vez de conmigo... espera el BIP.
-(En tono chino/japonés) A-ló. Eh-te Kato. Si deja mensaje, yo llamal plonto. Si deja mensaje sexy, yo llamal má plonto. Más clicando en el titulo.
-Hola. Soy el contestador automático de David, ¿QUÉ eres tú?
-Mi esposa y yo no podemos acudir al teléfono ahora mismo, pero si nos deja su nombre y número de teléfono, le devolvemos su llamada tan pronto terminemos.
-Hola, habla Juan: Si llama de la compañía de teléfonos, ya les mandé el dinero; si son mis padres, manden dinero; si son de la oficina de asistencia económica, no me mandaron suficiente dinero; si es alguno de mis amigos, me debes dinero; y si eres una mujer joven y bonita, no te preocupes, ¡que tengo mucho dinero!
-Hola. El contestador automático está averiado. Soy la nevera. ¡Por favor, hable despacio para que pueda escribir el mensaje y luego me lo pegue en la puerta con uno de estos imanes...!
-Hola. Probablemente estoy en casa. Estoy evadiendo la llamada de alguien que no me cae bien. Deja tu mensaje, y si no te devuelvo la llamada... ¡eres tú!
-Hola. Soy José. Perdona que no pueda contestar a tu llamada ahora. Deja un mensaje, y espérame al lado de tu teléfono hasta que yo te llame.
-Si es usted un ladrón, entonces seguramente estamos ahora en casa limpiando nuestras armas y no podemos atender el teléfono. Si no, entonces seguramente no estamos en casa y puede dejar su mensaje.
-Por favor deje su mensaje. No obstante, tiene usted derecho a permanecer callado. Todo lo que diga será grabado y será escuchado y usado por nosotros.
-Hola. Aquí Pedro y Lola. No podemos contestar al teléfono porque estamos haciendo algo que nos fascina. A Lola le gusta pa'rriba y pa'bajo muy rápidamente, y a mí me gusta de ladito y suavecito. Así que deje su mensaje y le llamaremos cuando terminemos de cepillarnos los dientes.
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