Tomemos conciencia para cambiar la realidad ambiental hacia la que nos dirigimos. Si cada año se deforestan 17 millones de hectáreas, tendremos que reforestar 34 millones. Si el desierto avanza 6, tendremos que hacerle retroceder 12. Nuestro poder como consumidores y creadores de opinión es mayor del que imaginamos. Si el dinero de nuestras compras o nuestros ahorros se queda en manos de empresas o entidades cuya actividad destruye el planeta, debemos traspasarlos a quienes demuestren trabajar o invertir con criterios de sostenibilidad. Si los gobernantes no quieren ver la dimensión del problema y actuar en consecuencia no les votemos y presionémosles, consigamos que impulsen los mecanismos para que los ingentes medios y capitales dedicados a actividades como la "construcción" se deriven hacia actividades respetuosas con el medio ambiente y regeneradoras del mismo, que además cada día van a ser más RENTABLES. También en lo económico, que parece ser lo único importante
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